¡Querida comunidad!
Como es de público conocimiento el virus SARS-CoV-2 puede mantenerse en el
aire por varias horas trasladado por aerosoles. Los aerosoles son gotitas
chiquitas de saliva, que no podemos ver a simple vista y permanecen en el aire
por horas, a diferencia de las gotitas grandes que si podemos ver y caen
rápidamente al piso o superficies. La otra diferencia es que los aerosoles también
pueden salir por los costados de los barbijos si estos no están bien adheridos
a la cara. Estos aerosoles salen de nuestra boca (incluso antes de la pandemia
;) cuando respiramos, hablamos, gritamos, cantamos, etc. A mayor volumen o
caudal de sonido, más aerosoles salen.
Por esta razón, incluir la ventilación cruzada, constante y distribuida
en la escuela es fundamental para disminuir la acumulación de aerosoles en
aulas y pasillos, reduciendo así el riesgo de contagio por esta vía. Una
buena ventilación se produce cuando el intercambio entre el aire limpio y el
aire potencialmente contaminado con aerosoles con SARS-CoV-2 es frecuente.
Para evaluar cómo ventila un espacio, expertos y expertas sugieren evaluar
la acumulación de dióxido de carbono (CO2) que es el gas que sale de
nuestra boca cuando hablamos, respiramos, gritamos, cantamos, al igual que lo
aerosoles. Este dato, medido en partes por millón (ppm), es un valor de
referencia y no indica presencia de coronavirus. Sabiendo que al aire libre se
miden 400 ppm, una buena ventilación será cuando no se acumulen en el
interior niveles mayores a 800 ppm de CO2, lo que indica que el
intercambio de aire con el exterior es lo suficientemente frecuente. Cuanto más
se acerque el valor medido al obtenido al aire libre, en términos de riesgo de
contagio de coronavirus, mejor.
Tenemos buenísimas noticias porque en nuestra escuela ningún lugar
compartido superó los 800 ppm. Para ellos fue necesario que todos los espacios
compartidos tomen las siguientes medidas: abrir todas las puertas, las ventanas
y prender los ventiladores para forzar el aire a salir (útil fundamentalmente cuando
el viento exterior no es tan potente).
Medimos todas las aulas de primaria y pudimos conversar con alumnos,
alumnas y docentes. Mostramos el medidor de CO2, les contamos como funciona,
hicimos mediciones sin alumnos y con alumnos, evaluamos la importancia del
salir del aula al recreo para permitir mayor renovación del aire, además,
explicamos lo fundamental del uso ajustado del barbijo durante todo el
tiempo que estamos en la escuela. Acompañamos nuestra visita con una
historieta que cada grado pudo pegar en su aula y alumnos, alumnas y docentes
nos contaron sus experiencias. UN ÉXITO!
También medimos en todas las aulas y espacio común del jardín. Nuevamente
los valores fueron adecuados cuando todas las ventanas y puertas fueron
abiertas. Dejamos una gráfica de historieta para cada sala. Fueron las maestras
quienes sumando también su propio material realizaron las explicaciones a
chicos y chicas.
Dado que los casos de coronavirus están en aumento recordamos que es
fundamental usar barbijo de dos capas de tela, mantenerlo bien ajustado a la
cara durante todo el tiempo, mantener distancia, ventilar todos los ambientes
en forma constante (o el mayor tiempo posible) e higienizarnos las manos.
Les mostramos los resultados de una medición en distintos grados en el
turno tarde del día 3 de marzo y varias fotos de las mediciones.
Figura 1: Mediciones del 3 de marzo, turno tarde,
en los grados 1°A, 2°A, 3°A, 3°B, 4°B, 5°A, 6°A, 7°A
Figura 2: Mediciones del 4 de marzo, turno tarde, en los grados 1°A, 1°B, 2°B, 4°A, 5°B, 6°B, 7°B (esta última medición desde las 14:05 hasta las 14:59)
Aquí les mostramos ejemplos de lo que se trabajo
en el aula y mediciones.
Este es un ejemplo de medición en el aula, luego de la clase se acumulo
hasta 678 ppm de CO2. Ese valor se mantuvo constante mientras estuvimos en el
aula, mostrando que la ventilación cruzada generada alcanza a mantener un valor
adecuado de ventilación. Cuando los alumnos y las alumnas salen del aula la
curva comienza a bajar de forma marcada mostrando que salir al recreo permite
una renovación del aire gracias a la ventilación cruzada.
Estos datos fueron analizados y graficados en conjunto con alumnos y alumnas
de 7mo grado.
El medidor de CO2 fue donado por el investigador José Luis Jiménez
(investigador especializado en aerosoles, Universidad de Boulder, Colorado,
USA). La donación fue hacia la cooperadora escolar y al Instituto de Biociencias,
Biotecnología y Biología Traslacional, a través de la investigadora Natalia
Rubinstein (miembro de la Coope de la 22), quien lo solicitó para evaluar la
ventilación en la escuela y en su trabajo. Fuimos realmente una comunidad muy
afortunada dado que solo se donaron 10 dispositivos en toda América Latina.
Este trabajo se desarrollo durante 2 días diferentes, se midió en todos los
espacios escolares, tanto turno mañana como tarde. Toda la comunidad escolar
participó de manera comprometida.
Tanto la explicación como las mediciones fueron realizadas por María
Verónica D’Angelo y Natalia Rubinstein, mamás de la escuela y la cooperadora
Seguimos trabajando para nuestra comunidad. Abrazo.
La coope.
Excelente!!! Gracias Natalia y Vero por cuidar de nuest@s hij@s!
ResponderEliminarExcelente!!!
ResponderEliminarQué genial poder tener esa tranquilidad. Muchísimas gracias por conseguir el aparato, aprender a usarlo, hacer el relevamiento de manera sistemática y explicar los gráficos a los niños. Un lujo.
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