La libertad de prensa es el derecho que
tienen todos los medios de comunicación de investigar y mantener informada a la
sociedad en general sobre los hechos y acontecimientos que suceden en el día a
día, sin que por ello, puedan ser víctima de censura, hostigamientos o algún
tipo de coacción durante el ejercicio de su profesión. La libertad de prensa
goza de una garantía constitucional, a través de la cual, de forma totalmente
libre y democrática, las personas pueden unirse para crear medios de
comunicación autónomos y libres de censura.
A treinta años de la Declaración de
Windhoek
En 1991 fueron los miembros de la UNESCO, desde Windhoek, capital de
Namibia, África, quienes sugirieron a la ONU la declaración de un Día Mundial de
La Libertad de Prensa, para fomentar la prensa libre, plural e independiente
como componente sustancial de toda sociedad democrática. Desde 1993, la ONU ha
efectuado ese reconocimiento. No es una gracia otorgada generosamente, sino que
valora el carácter de lucha permanente por la cual los medios de comunicación
tienen derecho a realizar su labor en forma independiente de los gobiernos, sin
presiones directa ni indirecta. Es un derecho inherente a la condición humana,
que hace a la calidad humana de las instituciones.
Participantes en el seminario de la UNESCO “Promoción de medios de
comunicación africanos independientes y pluralistas”, celebrado en Windhoek
(Namibia) en 1991. Crédito de la foto: The Namibian
Para el 2021, el gran tema a
debatir en el marco de la ONU será
“la información como bien común”.
Por más de
400 días, diarios, portales, cadenas de radio y TV, y miles de medios de
comunicación masiva estuvieron desiertos. Periodistas, fotógrafos, y correctores
desaparecieron de esos espacios y se sometieron al teletrabajo y a la distancia
social. El COVID había llegado para quedarse. Paradójicamente, jamás el mundo
estuvo callado durante este tiempo. La voz de todos esos comunicadores se
escuchó aún desde el silencio. La libertad de prensa tejió un manto piadoso y
veraz sobre una sociedad doliente. Esos profesionales hicieron escuchar sus
voces en todas las geografías; nos asombraron reportando desde el lugar de los
hechos millones de muertes, segundas olas, búsquedas de vacunas y opiniones de
médicos, infectólogos e instituciones internacionales públicas y privadas. La
palabra libertad hecha prensa triunfó sobre el miedo, los contagios, la
desolación, los cierres nocturnos, las clausuras, las restricciones de movilidad
entre tantas otras. La prensa ordenó ese caos y llevo claridad a los 7000
millones de habitantes de la tierra. La libertad de prensa ilumina y gana voz en
este contexto donde nada es seguro salvo el temor, la impotencia y el llanto por
los que se fueron. Todos fuimos y somos víctimas de la pandemia. Pero fue la
prensa la que trajo luz con la palabra, las ideas, el pluralismo, la que nos
llevó a las verdades, cubrió el día a día, hora a hora, minuto a minuto por más
de un año.
PARA CONVERSAR EN FAMILA
• “La información como un bien común”.
•
Malala Yousaflzai, premio NOBEL de la Paz 2014, dijo: “La voz tiene poder, la
gente escucha cuando hablamos, no se trata de combatir con violencia, sino con
palabras…”
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