La norma aprobada tiene por objetivo crear conciencia, colocar la vida humana como valor supremo y ejercitar la memoria como he-rramienta para la paz y la justicia entre los hombres.
"Los primeros años del siglo XXI nos llenan de desazón; los atentados contra las Torres Gemelas, la doctrina del ataque preventivo, la crisis del sistema internacional, la creciente desigualdad económica y social entre los pueblos pueden significar un retroceso a los peores horrores del siglo XX", reflexiona García Conde.
"La bomba de Hiroshima marcó un antes y un después en la historia mundial. Sin embargo, los pueblos, nuevamente, viven bajo la amena-za de una agresión atómica. Ante ello, recordar cada año la devasta-ción producida por las armas nucleares servirá para promover una presencia ciudadana más activa y militante por la paz".
"Contemplamos con estupor la fabricación y el almacenamiento de nuevas armas atómicas y la hipótesis de que sean arrojadas sobre ob-jetivos civiles. La mejor prevención es el ejercicio activo de la memoria de aquel horror", opina el diputado y concluye que "el objetivo central de este proyecto es promover el recuerdo para que no se repita una acción que significó una herida en el alma de todos los seres humanos.
Conmemorar -recordar entre todos- será una herramienta efectiva en defensa de la humanidad, por la paz y por la justicia".
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